martes, 21 de junio de 2016

Manlio.

Cuando supe que Manlio llegaba a dirigir el partido, en agosto del año pasado, me entusiasmé, pues al fin, alguien formado y forjado en el esfuerzo de la militancia llegaría a representarnos. 

Fui dando puntual seguimiento a su carrera política a lo largo de los años y creo hasta ahora que es de los pocos políticos de mi partido que tienen el valor de la congruencia.

Hoy cumpliría 10 meses al frente del partido, pero ya no llegó, ayer renunció. 

Manlio, venido desde abajo, había llevado con excelentes resultados todos sus encargos, dirigente nacional de la CNOP, Diputado Federal en 3 ocasiones, Subsecretario de Gobernación, Senador en 2 ocasiones, Presidente de la Mesa Directiva de ambas cámaras y coordinador de la Junta de Coordinación Política también de ambas, además de Gobernador de su natal Sonora. Ayer dejó atrás su reto quizás mas importante: enderezar a un partido convaleciente. 

Y ante ese reto creo que lo venció el "Sistema", ese al que muchas veces apoyó e impulso.

Los tiempos han cambiado, antes el "sistema" o gobierno es el que decidía todo, es quien imponía candidatos a modo en el partido oficial y con la pura maquinaría electoral, con la estructura echada a andar se ganaba sin problemas. 

Hoy todo es diferente, el destino nos ha alcanzado y la democracia también y con ella llegó la revancha de los ciudadanos, los mismos que están cansados de tanto abuso, de tanto exceso.  

Y queramos o no aceptarlo, la culpa no es de quienes creemos aún en el PRI, ni de los militantes, vaya la culpa tampoco es en su mayoría ni de los presidentes del partido ni de sus candidatos, no lo es lo afirmo, la culpa es de nuestro pasado, ese que muchos de nosotros no escribimos, pero que hemos impulsado y aplaudido. 

Ese pasado que hoy nos cobra las facturas lo escribieron nuestros gobernantes y representantes, aquellos que se han servido del pueblo para hoy vivir de forma acaudalada, ellos son la culpables de nuestra derrota. 

En ese contexto, Manlio no deja de tener parte de culpa, pero la suya es diferente, su culpa es por rodearse de los mismos de siempre, por ser parte de esa cúpula que siempre ha disfrutado del poder pensando que jamás se acabaría, Manlio es culpable de los resultados del 5 de junio porque sabia a lo que se enfrentaba y aún así se confió. 

En pocas palabras, Manlio tuvo una oportunidad única de darle un verdadero cambio a nuestro partido, pero se alineó al sistema, ese que terminó derrotándolo. 

Que sigue para Manlio? No lo sabemos, pero seguro estoy que no será irse a su casa a descansar.

Manlio es un guerrero, de esos que se fortalecen en la adversidad y tal vez ya se dio cuenta que ahora para ganar, para lograr la confianza de los ciudadanos, es mejor navegar contra corriente, porque esa corriente es la que nos está llevando al fracaso. 

Sabemos que desde cualquier trinchera seguirá su lucha, y mientras esta sea por lograr un mejor partido, un verdadero cambio en el PRI, ahí estaremos para apoyarlo.

No perdió Manlio, no perdieron nuestros candidatos, ganaron los ciudadanos ante un sistema de corrupción ya insostenible. 

Que esta derrota nos sirva a todos de lección.

@MigueRivas
Presidente Fundador de @ObservatorioPRI.