lunes, 23 de marzo de 2015

21 años después y poco o nada ha cambiado.

Por: @MigueRivas


Aún recuerdo esa tarde-noche, tenía 11 años, iba en la primaria y no entendía de política ni de gobiernos ni pretendía hacerlo, pero una noticia tan terrible conmovió mi mente y le llamo a indagar que había pasado, no alcanzaba a entender lo que sucedía, ni la magnitud de la tragedia, mucho menos del daño que se le hacía al país entero, del atentado a la democracia que estaba viviendo.

 La noticia corría por todos lados, en casa de un amigo compañero de juegos y tareas, dejamos la diversión propia de niños y sorprendidos seguíamos las noticias en la televisión, no lograba descifrar el sentimiento que les hacía llorar a las personas a mi alrededor. 

Han pasado desde entonces 21 años, y hoy entiendo que ese día marcó mi vida.

 Hoy soy adulto, tengo una familia y con todo esto me cuesta trabajo aceptar que en México los hechos pasan como simple aderezo a la vida, todo queda como parte del anecdotario histórico, recordando con rimbombantes discursos y extraordinarias palabras tragedias como la del 23 de marzo, pero que en la realidad no sirven de nada, más que para acaparar reflectores, para salpicarse en este caso con un poco de su imagen.

Pareciera más conmemoración de un gran día y un excelente pretexto para limpiar culpas, que para aprovechar el contexto y honrar el discurso de la víctima, con hechos, acciones y reacciones.

Es sorprendente pero 21 años después los ideales de colosio, sus discursos son tan vigentes, que si las ponemos en la boca del político de nuestra preferencia, pareciera que se expresa en el contexto del panorama de nuestra actualidad 

21 años después seguimos viendo un México con hambre y sed de justicia, un México de gente agraviada por las distorsiones que imponen a la ley quienes deberían de servirla. 

21 años después seguimos viendo un México de mujeres y hombres afligidos por el abuso de las autoridades o por la arrogancia de las oficinas gubernamentales.

21 años después seguimos viendo a ciudadanos angustiados por la falta de seguridad, ciudadanos que buscan mejores servicios y gobiernos que les cumplan.

 21 años después seguimos viendo un México de comunidades indígenas, que no pueden esperar más a las exigencias de justicia, de dignidad y de progreso.

21 años despues seguimos viendo un México de campesinos que aún no tienen las respuestas que merecen, con un campo empobrecido, endeudado. 

21 años después seguimos viendo un México de trabajadores que no encuentran los empleos ni los salarios que demandan. 

21 años después seguimos viendo un México de jóvenes que enfrentan todos los días la difícil realidad de la falta de empleo, que no siempre tienen a su alcance las oportunidades de educación y de preparación. Jóvenes que muchas veces se ven orillados a la delincuencia, a la drogadicción. 

21 años después seguimos viendo un México de mujeres que aún no cuentan con las oportunidades que les pertenecen. 

21 años después seguimos viendo un México de empresarios, de la pequeña y la mediana empresa, a veces desalentados por el burocratismo, por el mar de trámites, por la discrecionalidad en las autoridades. 

21 años después seguimos viendo un México de profesionistas que no encuentran los empleos que los ayuden a desarrollar sus aptitudes y sus destrezas.

21 años después y maestras y maestros, universitarios, investigadores, continúan pidiendo reconocimiento a su vida profesional, elevación de sus ingresos y condiciones más favorables para el rendimiento de sus frutos académicos; técnicos que buscan las oportunidades para aportar su mejor esfuerzo. 

21 años después pareciera que el tiempo se paralizó gubernamentalmente hablando y que, desde 1994 a la fecha, nada ha cambiado, todo sigue igual, esperando a que por fin se concreten los cambios que el país necesita.

21 años después sigo viendo a los mismos personajes repetir las mismas palabras, todos creídos que con ello en automático son ideales y sus sueños serán alcanzados y venerados. 

21 años después, se empiezan apenas a concretar los cambios que desde entonces se hubieran realizado, 21 años después como si hoy fuera 23 de marzo de 1994.

21 años después y poco o nada ha cambiado. 

Miguel H. Rivas 
Presidente Fundador de @ObservatorioPRI 
@MigueRivas

21 imagenes, 21 recuerdos, a 21 lejanos años de su partida: 















































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