jueves, 17 de abril de 2014

AQUÍ NO PASA NADA.


Día con día, leo y veo por diversos medios de comunicación, los embates entre grupos delincuenciales y las autoridades de nuestro país, siempre lamentables situaciones.

Día con día, a veces más a veces menos, estos enfrentamientos van creando una percepción a los ciudadanos de la situación que prevalece en nuestro país sobre el tema de seguridad y viene el punto que quiero analizar: la comunicación oficial.

¿Cuántas veces estimado lector, se ha enterado usted de enfrenamientos armados y después escucha las declaraciones oficiales de nuestras autoridades decir que no pasó nada, que fue un hecho aislado?

Seguro estoy que al menos una vez las ha escuchado.

Y viene mi pregunta y la pregunta que la sociedad siempre realiza: ¿Por qué tratan de vernos la cara?

En comidas, reuniones diversas, salidas con amigos, en todo tipo de sobremesas, siempre se escucha el tema de la inseguridad y se culmina con esa frase oficialista, en tono entre burla, sarcasmo y enojo: “aquí no pasa nada”.

Platicando en esas sobremesas, analizando comentarios en redes sociales, en medios de comunicación, columnas, he llegado a una conclusión, los ciudadanos saben que la responsabilidad de abatir la inseguridad no es tarea fácil, ni depende únicamente de las autoridades, sino de toda la sociedad en conjunto (sin dejar la parte de responsabilidad que toca a las autoridades), y los ciudadanos también saben que no es un problema que se resuelva con una varita mágica, que depende de tiempo, porque es un problema no solo de seguridad, compete a nuestra economía, educación y cultura también erradicarlos.

Después de llegar a esa conclusión, se entiende el esfuerzo que las autoridades hacen por disminuir la inseguridad, pero vuelvo a la misma pregunta: ¿por qué tratan de engañar a la sociedad?

Y voy a otra lógica de la situación: el enojo, muchas veces es mayor por tratar de engañarnos, por mentirnos y ocultarnos lo que sucede, que por los acontecimientos, porque los medios de comunicación de hoy nos hacen enterarnos de lo que sucede en tiempo real y porque es solo gastar saliva decir que no cuando es si, lo que hace ver a los gobiernos ridículos.

Poco a poco he sido testigo de cómo los discursos van cambiando y las cosas se empiezan a aceptar, y así debe seguir, porque el pueblo está cansado de mentiras, aquellas que solo los gobernantes en su mundo creen, mal asesorados, mal influenciados y rodeados de puros amigos que jamás les dirán las cosas y el sentir de la población.

Las cosas no se ven igual desde allá arriba que desde aquí abajo y eso, o se corrige o se castigará en las urnas.

Mientras tanto… aquí no pasa nada.

Miguel H. Rivas

Presidente Fundador de #ObservatorioPRI

@MigueRivas

@ObservatorioPRI


miguerivas@hotmail.com






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