miércoles, 1 de octubre de 2014

OFICIO POLÍTICO.



Oficio político, dos palabras tan sencillas de pronunciar y tan difíciles de encontrar.

El día de ayer, el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, dio cátedra pública y gratuita de lo que es el oficio político, y lo hizo ante miles de jóvenes a quienes atendió en plena calle de Bucareli.

Para lograr este dialogo y finalizar con un acuerdo con los manifestantes, todos ellos estudiantes del Instituto Politécnico Nacional e integrantes del movimiento #TodosSomosPolitécnico, es claro y evidente que se necesitaba primero que nada tener conocimiento completo del conflicto, para lo cual desde “Los Pinos” y en la Secretaría de Gobernación se mostró que hicieron muy bien su trabajo.

Una vez analizado el conflicto y al darle completo seguimiento, se necesitaba algo más difícil de encontrar, y es el arriba señalado “oficio político”, algo que casi ningún político de la actualidad ha mostrado tener.

Y lo que se necesitaba para resolver el conflicto se halló y fue en quien tiene precisamente esa encomienda: el Secretario de Gobernación.

Osorio mostró que está en la posición perfecta dentro del equipo del Presidente Peña Nieto, pero ese no es el fondo del asunto, sino la percepción que con su actuación generó.

Es verdaderamente de llamar la atención el asombro con el que tomó a medios, a periodistas, estudiantes, políticos, amas de casa, trabajadores y a la población en general, el que el Secretario de Gobernación saliera a la calle, tomara el toro por los cuernos y dialogara públicamente con 30 mil jóvenes ahí reunidos, sorprendente porque Osorio Chong estaba simplemente realizando su trabajo.

La forma en que resolvió y respondió en ese momento a los jóvenes es verdaderamente de reconocerse, pero ¿porqué genera tanto asombro entre la población?

La respuesta es la misma que usted se imagina: la falta de capacidad que hoy en día maneja la mayoría de nuestros representantes e integrantes de la llamada “clase política”.

Y no es un problema de ahora o de hace algunos años, me viene a la mente el 2 de octubre de 1968, en el cual el movimiento estudiantil evidenció la falta de capacidad política del ex Presidente Díaz Ordaz y de todo el equipo que integraba su gobierno, quienes ignoraron las demandas de un crecido movimiento y culminó en esa parte negra de la historia de nuestro país que todos conocemos.

Con oficio político, esa parte obscura de la historia de #México hubiera podido resolverse sin derramar sangre, y muchas otras manchas más que ensucian a nuestra Nación.

Lo primordial que necesita un gobierno para dar buenos resultados a la población, es tener en las principales posiciones a los perfiles ideales para desempeñar un buen trabajo y estos personajes necesitan tener mucho, pero mucho oficio político, de ese que se encuentra entre los ciudadanos con lupa.

Esperamos que esta cátedra de buen gobierno que impartió el Presidente Peña Nieto a través de su Secretario de Gobernación, haya sido aprendida por los numerosos gobernantes con inmensidad de problemas en sus entidades y municipios, y que al fin descubran que el hilo negro del asunto es tan simple como designar a las personas indicadas.

Ayer, lo que debería ser un actuar común de un gobierno y de un servidor público, sorprendió tanto que solo me recordó lo mal que estamos los políticos.

Escuchar y resolver a los ciudadanos es la clave, y como decía Don Fernando Gutiérrez Barrios “si el pueblo dice que es de noche, aunque sea de día, hay que encender las farolas”.

Ya nos pusieron el ejemplo, ahora a practicarlo.

Miguel H. Rivas 

Presidente Fundador de #ObservatorioPRI


@MigueRivas     @ObservatorioPRI







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